Pasar horas mirando el azul de mi habitación,
despertar para dormir y repetir la misma acción.
Camino entre la gente en dirección contraria
desenfocándolas con los pensamientos y convirtiendo todo en gris.
Le confieso al espejo que todo va mal y me doy la vuelta,
tener la solucion a escasos centímetros de mí pero parecen inmensos,
demasiado.
No poder ir a ninguna parte por méritos propios,
no ser autosuficiente sin mí,
no cambiar ni un ápice de mi mente por miedo a caer más,
y vuelvo a mirar la pared azul.
Rompí el botón "reset" de tanto usarlo,
memoricé como debería hacer mi día a día para no tener problemas.
Cada 24 horas, segundo a segundo
y repetir, vuelta a la monótona realidad.
..Llegué a refugiarme en la falsedad.
[...]
Ahora doy mi brazo a torcer hasta partirlo,
muevo ficha después para perder,
alejo toda confianza ajena,
pinto mi cara y espero a que llueva para que pueda volver a ser yo,
dejo de respirar para suspirar,
cuento hasta 9 para pensar la respuesta sin ofender a los demás,
me doy la vuelta y camino hacia atrás.
me adapto a no ser nada ni nadie para mí mismo,
guardo los sentimientos y me los invento,
hago mi mundo más grande...
...pero más vacío.
[...]
Por la noche todo vuelve a sonar como antes,
vuelve a llover rayos de luz y decepción.
Elimino nombres de la lista,
de la que tengo tatuada en la sangre
y sigo buscando a la persona que encuentre la llave;
aún sabiendo quien la tenga.
aún sabiendo quien la tenga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario