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Pesimistas

Danke fürs Lesen.

martes, 22 de julio de 2014

Astrid

Verano.

Calor, nervios, agobio, efervescencia; descuelgas el teléfono.
- ¿Hola?

[...]

Poder en la palma de tus manos
y un sentimiento de culpabilidad enorme.
Querer ver el momento pasado en el que imaginábamos un futuro libre,
libre de ataduras y olor a café recién hecho.

Sentirme especial...
por oler la almohada y que tu olor me haga sonreír aún estando dormido,
por poder escucharte tararear canciones de Ed Sheeran mientras te vistes
y en mi mente pido a gritos que no lo hagas, 
que no me quites el privilegio de poder observarte en silencio desnuda y envuelta en felicidad.

El beso dulce de despedida aunque solo sea por unas horas,
cerrar los ojos y pegarte a mi cuerpo,
arroparme con tu pelo
fundirnos en uno en la cama antes de perder la conciencia del tiempo.

Sentarnos en la ventana un día de lluvia,
escucharte hablar embobado mientras compartimos un café caliente
y verte reír; eso es,
verte reír. 

Que sea tu voz lo que me despierte de este sueño estando despierto,
que sea una mirada tímida hacia el suelo cuando te aparte el pelo de la cara.

Quiero que me vuelvas a besar en la espalda mientras leo tu libro,
poder sorprenderte cantándote una canción mientras duermes,
que me preguntes si ese vestido te queda bien mientras río a carcajadas porque estas indecisa,
que me robes el desayuno porque tienes prisa
y despedirte con un guiño desde la puerta.

Quiero ser dependiente de tu figura.

[...]

- Eh.. hola, ¿co...como estas?