So

So
Maybe

Pesimistas

Danke fürs Lesen.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Kilómetros bajo cero.

Es triste que solo pueda tocarla de noche,
mientras duermo.
Verla en fotos duele,
escuchar su voz hipnótica a través de un altavoz oxidado por las lágrimas.

Desesperación e irrealismo en mis manos mientras sujeto un trozo de ti,
de tu dulzura incalculable, de tu acento, del sonido de la lluvia en tu ventana.

Prometerte el cielo estando en el infierno,
respirando el azufre que despide la distancia que nos separa.

Y es que al hablarte mis palabras lloran, 
mi mente vuelta y te abraza bajo las sábanas de verano,
el frío que siento se agudiza hasta dejarme entumecido
e ignorarte para cogerte con más ganas.

¿Por qué pusiste esa confianza en mí?
Por qué cuando estaba tan roto y tan frágil...

[...]


Canto esa canción que no existe pero que suena a tu alrededor,
cierro los ojos y me tapo con la agonía de tu voz risueña.

Ahora cuando llueve quiero...
más que nada quiero..

Quiero verte bailar,
quiero que te pongas mi ropa y mirarte,
mirarte mientras das vueltas con la sudadera que más te guste,
quiero fotografiarte mientras no haces nada,
llevarte a ninguna parte en el coche,
quiero narrar historias sobre tu cuerpo,
historias sin sentido que acaban borrándose cada noche,
y volver a empezar.


Quiero observar tu futuro, y cuando no mires pintarme a mí a tu lado.


Suena tan sencillo que molesta saber que no,
que las palabras se las lleva el viento
y que nunca podré respirar a tu lado y
compartir una mirada desconocida por primera vez.

Espero sentado en mi cama mirando tus fotos cientos de veces y terminar perdiéndole el sentido a todo.




jueves, 27 de noviembre de 2014

Habitación desordenada.

AAAG.
Me has dejado tirado en tu cuneta.

¿Desaparecer para siempre?
¿Quedarme para nunca?


Fumar como un condenado para..
para llenar mi pecho de algo que no seas tú.
Leer mil páginas de mi libro
en las que todas las palabras son tu nombre.
Mirarte con desprecio mientras lloro por dentro,
mientras grito por las manos.

Me araño,
me agobio,
salto,
sonrío,
me ahogo.

Pasar de respirarte, a necesitarte sin ganas.

[...]

Doy vueltas en la cama empapado en tu saliva,
en tu sudor, en tu olor y en tu completa indiferencia.

Me envuelvo en un enfado brutal,
porque todavía sonrío cuando te veo morderte el labio.

No quiero esperarte, de verdad que no quiero,
pero me es inevitable tener tu lado de la cama listo.

Y es que ahora tu música me sabe a soledad,
tu perfume me huele a quemado,
tu pelo me deslumbra tanto que hasta me molesta.

[...]

Airmax blancas, falda negra corta, camisa blanca y pelo recogido en una coleta.

Me saludas con la cabeza agachada y yo te respondo con voz ronca,
pensando en que todo lo que he imaginado y he hecho en mi habitación,
es una mentira que me estoy intentando creer al fin y al cabo.





martes, 4 de noviembre de 2014

Manual para desaparecer.

Lleno mi mochila de cosas que no tengo,
también incluyo recuerdos amargos y llenos del brillo de las sonrisas de los míos.

Irónico, ¿verdad?
Quiero desaparecer y romper con todo pero
aún así quiero recordar.

Me inyecto soledad y café en las venas.

Dudo en incluir un hueco para alguien pero..
¿para qué?,
las personas no están echas para mí,
ni yo para ellas.

Quemaré las caretas que me pongo ante cualquier situación,
pero de momento no, no puedo salir fuera conmigo mismo,
desnudo y sin saber que hacer ante situaciones superiores a mí.

Llevo mi cámara sin carrete,
para que las cosas que quiero que permanezcan
sean borradas inmediatamente.

El peso de aferrarme a alguien me puede,
no puedo desvanecerlo sin más,
que me deje de importar todo y confiar en mí;
no, no puedo.

[Silencio]

Abro la puerta para salir,
y sonrío cuando veo que fuera está mi habitación.
Al cabo de los días entiendo que huir no es la solución,
ni querer echar al fuego las preocupaciones,
ni morder a la piedra que me hace caer.

No esperéis que os dé una solución, porque no la tengo.

Triste, muy triste saber que a pesar de los esfuerzos,
nada tendrá sentido.
Alejarme de los que aparentan apreciarme para encontrar un calor que no quiero.


Es raro saber que estoy ahogado en un placer falso.


Así que tiro mis zapatillas al aire y espero tumbado en la cama a que  alguien me saque de aquí con una sonrisa falsa y un par de abrazos para ganarse mi aparente confianza.

Pero sé que algún día saldré de esta cúpula pisando fuerte porque:




lunes, 20 de octubre de 2014

Dibujando mi sombra.

Se aleja la realidad de mis oídos.

Pasar horas mirando el azul de mi habitación,
despertar para dormir y repetir la misma acción.
Camino entre la gente en dirección contraria
desenfocándolas con los pensamientos y convirtiendo todo en gris.

Le confieso al espejo que todo va mal y me doy la vuelta,
tener la solucion a escasos centímetros de mí pero parecen inmensos,
demasiado.

No poder ir a ninguna parte por méritos propios,
no ser autosuficiente sin mí,
no cambiar ni un ápice de mi mente por miedo a caer más,
y vuelvo a mirar la pared azul.

Rompí el botón "reset" de tanto usarlo,
memoricé como debería hacer mi día a día para no tener problemas.
Cada 24 horas, segundo a segundo 
y repetir, vuelta a la monótona realidad.

..Llegué a refugiarme en la falsedad.

[...]

Ahora doy mi brazo a torcer hasta partirlo,
muevo ficha después para perder,
alejo toda confianza ajena,
pinto mi cara y espero a que llueva para que pueda volver a ser yo,
dejo de respirar para suspirar,
cuento hasta 9 para pensar la respuesta sin ofender a los demás,
me doy la vuelta y camino hacia atrás.
me adapto a no ser nada ni nadie para mí mismo,
guardo los sentimientos y me los invento,
hago mi mundo más grande...

...pero más vacío.

[...]

Por la noche todo vuelve a sonar como antes,
vuelve a llover rayos de luz y decepción.

Elimino nombres de la lista,
de la que tengo tatuada en la sangre
y sigo buscando a la persona que encuentre la llave;
aún sabiendo quien la tenga.






martes, 22 de julio de 2014

Astrid

Verano.

Calor, nervios, agobio, efervescencia; descuelgas el teléfono.
- ¿Hola?

[...]

Poder en la palma de tus manos
y un sentimiento de culpabilidad enorme.
Querer ver el momento pasado en el que imaginábamos un futuro libre,
libre de ataduras y olor a café recién hecho.

Sentirme especial...
por oler la almohada y que tu olor me haga sonreír aún estando dormido,
por poder escucharte tararear canciones de Ed Sheeran mientras te vistes
y en mi mente pido a gritos que no lo hagas, 
que no me quites el privilegio de poder observarte en silencio desnuda y envuelta en felicidad.

El beso dulce de despedida aunque solo sea por unas horas,
cerrar los ojos y pegarte a mi cuerpo,
arroparme con tu pelo
fundirnos en uno en la cama antes de perder la conciencia del tiempo.

Sentarnos en la ventana un día de lluvia,
escucharte hablar embobado mientras compartimos un café caliente
y verte reír; eso es,
verte reír. 

Que sea tu voz lo que me despierte de este sueño estando despierto,
que sea una mirada tímida hacia el suelo cuando te aparte el pelo de la cara.

Quiero que me vuelvas a besar en la espalda mientras leo tu libro,
poder sorprenderte cantándote una canción mientras duermes,
que me preguntes si ese vestido te queda bien mientras río a carcajadas porque estas indecisa,
que me robes el desayuno porque tienes prisa
y despedirte con un guiño desde la puerta.

Quiero ser dependiente de tu figura.

[...]

- Eh.. hola, ¿co...como estas?

viernes, 18 de abril de 2014

Gama de colores.

Está todo verde, fuera.
Se aleja la perspectiva cada vez más,
sentada en la cama se encuentra ella
con su vestido blanco como un velo de niebla
y sus pies descalzos.

Mira por la ventana hacia ningún lado
mientras que el rubio de su pelo brilla con los primeros rayos de sol de la mañana;
su mente vuela alto, muy alto.

Cicatrices del ayer marcan su cuerpo,
su sonrisa ya no existe,
sus pies no se mueven.

Imagina con ser alguien en un futuro,
alguien libre del yugo machista,
una persona que salga pisando fuerte, tiembla.

Ella imagina escenas de playa,
un césped repleto de amistad y café con hielo con extra de risas,
sueña con un cruce de miradas con aquel estúpido chico que siempre saca sonrisas.

Desde el silencio mueren sus ganas de quedarse ahí,
una luz azul invade su habitación desordenada,
aparta los libros que ha leído mil veces,
se recoge el pelo con una trenza,
da el primer paso con una gran duda, 
pero más grande es la esperanza de poder encontrar su sitio en el mundo que la rodea.

Abandonó su cárcel mental de soledad, reservándola para cuando su vida dé algún giro en la cual se volverá a refugiar entre sus libros y sus sábanas blancas con olor a bosque y tiempo a cámara lenta.





martes, 21 de enero de 2014

Cuestión de perspectiva.

Aquí esta todo normal.

¿La sensación de que todo se vuelve gris?
Respiro bocanadas de felicidad ajenas a mí
y bajo el suelo encontrar un hombro en el que pueda estar en paz.

Buscar el sitio donde encaje
poder sentir el frío que da sentido a todo lo que no tiene respuesta.

Perderme,
hablar con mis recuerdos,
verme en un espejo sin apartar la mirada
y que las caricias no me hagan daño.

Destellos de conformismo irremediable,
de ganas de seguir adelante,
de dar forma a mi mente.

Soy la pieza del puzzle defectuosa,
soy ese juguete abandonado,
soy esa foto que saca dolorosas sonrisas del pasado.

[...]

Moldea mi ánimo con tus manos
hazme bajar de este cielo nublado,
destruye el muro que me separa de la realidad.
Invade mi habitación con tu olor
y tu exquisita locura infantil, pequeña.

(Apocalíptica sensación de luz)

-Si buscas algo, déjalo ir.-

Lo hice y es en este momento cuando me doy cuenta de su significado.
Te dejé ir para ahora, cuando me haces falta, poder buscarte sin descanso.

[...]

-¿Qué haces aquí?
-Ser feliz.
-Por fin.


martes, 14 de enero de 2014

Antifaz de carmín

Extraño y surrealista.

Puede que destruya todo lo que hay a mi alrededor
pero eso no me convierte en mala persona,
solo en una detestable.

Puntos suspensivos marcan mi vida.
Miradas ajenas esquivadas por un odio hacia mí mismo,
por alguna voz que me habla en sueños bajando mi autoestima (si es que todavía la conservo),
pero claro, ahí tenías que estar tú,
esperando paciente mi llegada,
mi cerebro se derretía con tu mirada.

Conseguí saber lo que es llegar a la cima del cielo cuando te besé,
satisfacción máxima y un amor brutal.
Te comía con las manos,
te hacía el amor con el corazón
y tu sonrisa era mi paga.

Satisfacías todos mis deseos como persona,
pero apenas me rozabas el alma.

[...]

Soy objeto de celos,
soy un indeseable muñeco de vudú,
soy feliz.

Eras, eres, y serás mi droga.
Me haces inmensamente afortunado y feliz
aunque sepa que luego me espera el oscuro vacío de mis pensamientos.