So

So
Maybe

Pesimistas

Danke fürs Lesen.

domingo, 21 de abril de 2013

De fondo, el ruido urbano.

Sonido regular el de sus tacones negros,
Nueva York tiembla ante su paso 
al igual que yo tiemblo ante la vida.
Se dirige hacia ninguna parte con desdén,
ondeando su pelo castaño con majestuosidad.
Se detiene a mirar escaparates
pero solo contempla su reflejo con tristeza
y los abandona siguiendo su camino.
El tiempo no existe para ella
y cada vez es más adicta a la necesidad.

El carmín rojo se estira dibujando una sonrisa
y me hace un gesto de saludo,
bajo la cabeza y sonrío,
ya me ha vencido.

[...]

Mi habitación sabe a ella;
las paredes lo saben.
Apoyo mi espalda en el marco de la ventana y la observo.
Observo como la luz lunar realza su cara,
observo como las sábanas dibujan sus desnudas curvas,
el hipnótico sonido de su leve respirar hace que me embelese
y pierda la conciencia entre el latir de sus brazos
y su amargo sabor a esperanza.


domingo, 14 de abril de 2013

Esto es así.

Me gusta buscar suelas de sueños,
así puedo ver desde donde empezó todo.

Numerosas facetas,
ninguna empezada.
Saber que puedes hacerlo, 
que puedes llegar a ser grande;
pero al comenzar el camino
la limitación personal acude en tu búsqueda.
Resignación es lo que queda
porque frases como ''si quieres algo ve a por ello''
son absurdas aquí, no hay recursos.

Bienvenidos de nuevo a mi caos 
pero antes de entrar,
limpiaros las suelas en el felpudo.

jueves, 11 de abril de 2013

Desorden público.

Gota a gota disminuye la calidad de mis actos.
Resignarse y mirar hacia abajo es lo que queda,
valórame, aunque sea solo un poco.

El frío viento lleno de amargura entra por la ventana de mi cabeza,
no estoy preparado para lo que viene.
No somos fuertes ni invencibles
y por supuesto no somos infinitos
pero yo al menos luché por lo nuestro,
por nuestro odio.

He desechado al humo de mi vida
para que mate por sí solo a otras personas.
Opción acertada
pero la tortura psicológica está al 99%.

Compro suerte y todos sus derivados.
Lágrimas de alegría;
me gustaría conocer esa sensación.

sábado, 6 de abril de 2013

Marcado a fuego.

Aceras abarrotadas de gente,
choques inevitables, estrés.
Sin quererlo rozo mi mano con la de otra persona,
me doy la vuelta y solo veo viandantes.
Me miro la mano embelesado,
huele a vainilla,
sonrío.

Humo, alcohol, drogas, agobio.
Sábado noche en un pub sombrío,
no se ni cómo he llegado aquí.
Me voy al final de la barra con la cerveza aún fría
y me dispongo a observar. 
Es curioso como se vuelven vulnerables los hombres ante un par de tetas;
asqueroso.
Cada vez me repele más ese lugar,
me voy.

El aire fresco es agradable y el parque está oscuro,
perfecto.
Enciendo un cigarro y me siento en un banco raído por el óxido;
soledad placentera.
Una tenue sonrisa me despista;
levanto la cabeza y veo a alguien sentado en un banco cercano.
Sostiene en la boca una pequeña linterna dirigida hacia un libro grueso.

Me acerco,
sobresaltada me mira,
noto un olor a vainilla,
abro los ojos sorprendidos,
ella sonríe. 

Empapado en sudor estoy comiendo techo.
Cierro los ojos y noto el escozor que me provocan tus pupilas dilatadas.
Quiero permanecer sereno ante tu serenidad,
ardo de nerviosismo.
Te busco defectos, eres perfecta.

 

jueves, 4 de abril de 2013

Fragmentos desperdigados.

La música apaga el sonido de mis pasos,
dejo de pensar en resultados y me concentro en el camino.

Por más que intento ver el vaso medio lleno nunca lo consigo,
siempre me lo acabo bebiendo en el bar más deprimente del barrio.

Todo se ablanda al golpearlo,
mi alma endurece.

Aplicamos dosis de realismo a nuestras fantasías,
se acaban volviendo en contra.

Me dices que sonría y lo hago,
por fuera claro, por dentro es un caos.

La inspiración vuelve,
me seco los ojos y listo.

Todo se vuelve oscuro, todo se atenúa.
Me condeno al infierno pero,
al fin y al cabo, en el infierno siempre es verano.
 ¿No?